El paro agropecuario y su secuela de protestas está en marcha y tengo la impresión de que cierta nostalgia de un pasado reciente invade a muchos de los dirigentes del sector.
El 11 de marzo de 2008, con la puesta en vigencia de la Resolución 125, el ruralismo argentino comenzó una lucha que se transformó en una verdadera causa popular, rodeada del apoyo mayoritario de los argentinos.
Al calor de esa especie de gesta, le propinaron al kirchnerismo la más formidable derrota política que uno se podía imaginar, coronada con la eleminación de la Resolución que dio origen al conflicto.
Hoy el contexto es diferente y la Mesa de Enlace parece no haberse percatado de ello.
En marzo el país crecía al 9% anual; los precios de los commodities no tenían techo y el mundo era una oportunidad constante de negocios.
Hoy el país no crece, los precios de los commodities siguen siendo interesantes y el mundo, excepto para los alimentos, dejó de ser una oportunidad de negocios y pasó a ser un factor de problemas para la economía nacional.
El régimen impositivo para el campo es el anterior a la resolución, entonces es difícil comprender los motivos profundos de la protesta.
El gobierno y el campo dan la sensación de estar embarcados en un proceso en el cual lo que haga uno no le interesa al otro y viceversa. Inmersos en una especie de Babel, no se se escuchan aunque se hablen.
En el medio, la población que ve negro su horizonte laboral y este paro le provoca más y más tribulaciones. Otros, como los transportistas no pueden trabajar libremente.
Por lo bajo, los productores más moderados admiten que con los precios actuales, si bien resignaron renta, siguen ganando dinero.
Este conjunto de elementos le quitan a la protesta aval popular más allá de sectores de su propio sector.
Los dirigentes de la Mesa de Enlace, tal vez nostálgicos de aquellas épocas "gloriosas", actúan o pretenden actuar como si aún estuviéramos en 2008. Y eso se nota. Mucha gente lo nota.
Existe la fundada impresión de que la discusión ya pasó al terreno político y que debe dirimirse en el terreno electoral.
Tal vez haya llegado el momento de poner blanco sobre negro en este enfrentamiento y preparar las estrategias para el 28 de junio y dar la batalla por el poder para cambiar las políticas que no los satisfacen y no sumarle problemas a un país que ya sufre, y mucho, los efectos de la crisis.
Presionar con más protesta, puede hacer que, en un punto, el gobierno pase a ser una especie de víctima y desde esa posición, comience a gozar de una simpatía que hoy le es esquiva.
El 28 de junio está cerca y nada peor le puede pasar al campo que una victoria kirchnerista en las urnas que avale sus políticas.
El análisis se ajusta absolutamente a la realidad, la soja está guardad en grandes bolsas blancas esperando la oportunidad de mayores ganancias, el resto de la sociedad y el asalariado especialmente están desesperados, y nuestros gobernantes, disociados nuevamente de la realidad, en pie de guerra contra todos nosotros, buscando venganzas absurdas y fomentando como nunca la división y el odio entre los argentinos. Muy bueno tu comentario Daniel, como siempre. Un Abrazo.- A. Vagliente.-
ResponderEliminar